Mi eterna lucha, y una de las razones por las que comencé a usar maquillaje, son mis ojeras. No importa cuánto duerma, están ahí. Hay ocasiones en que no me molestan mucho, pero hay otras tantas en las que me siento más cómoda si las maquillo.
Reseñas de belleza
Mi eterna lucha, y una de las razones por las que comencé a usar maquillaje, son mis ojeras. No importa cuánto duerma, están ahí. Hay ocasiones en que no me molestan mucho, pero hay otras tantas en las que me siento más cómoda si las maquillo.